¿Quién NO debió morir?

A lo largo de cinco libros, que pronto serán seis, Crónicas Zombi ha tenido una infinidad de personajes (puedes consultar la lista completa aquí). Lamentablemente, a lo largo de la historia algunos se han quedado por el camino, mientras que otros siguen adelante luchando día a día por sus vidas. Pero, ¿de verdad tenían que morir los que lo hicieron? ¿Tenían que salvarse los que lo lograron? Lo he dicho muchas veces en otras entradas y comentarios tanto en facebook como en twitter, de la mente al papel hay un largo trecho, y el destino que en un principio estaba pensado para algunos personajes pudo cambiar cuando llegó la hora de escribir la historia. Si os parece, repasaremos los casos más sonados de personajes que vieron su destino modificado en el último momento tras el salto... por supuesto, CONTIENE SPOILERS DE LAS CINCO NOVELAS PUBLICADAS, así que cuidado si no has leído alguna.
Como me gusta ser optimista, comencemos con los personajes que, teniendo prevista su muerte, lograron burlar a la parca y continuar en la historia más tiempo del que originalmente se les había concedido.

-Agente Mark Ford: El dedicado agente de la CIA, que en Preludios cuenta con tres capítulos, siendo el que más tiene de todos, y en Preludios II cuenta con un propio y una aparición como secundario en un cuarto, en realidad no debía haber pasado del primero. El bueno de Mark debió morir en China, en su primer capítulo, a manos del hombre que mató de un disparo tras descubrir lo que el general Xiang estaba haciendo en el silo.
¿Por qué sobrevivió? El motivo principal es que durante la escritura de Preludios también estaba sumergido en un ciclo de cine de James Bond, y de repente el perfil de "agente secreto que muere al descubrir la verdad", que era lo que el agente Ford pretendía ser en realidad, me sedujo menos que "agente secreto que siempre logra salir vivo". Además, el libro necesitaba un hombre de acción entre sus protagonistas.

-Irene: La mujer más votada por los lectores como la villana más cabrona de la saga tampoco debió pasar del libro donde nos es presentada. La idea de Irene que a día de hoy puedan tener los lectores no se asemejaba en absoluto al que tenía en mente al crear al personaje. En su origen, Irene pretendía ser una mujer desesperada que realmente no quería hacer las cosas que hacía, como comerse a otra gente o matar a los niños. Tanto era así que el sentimiento de culpa por haber acabado con esas vidas acabaría pudiendo con ella, que acabaría sacrificándose para ayudar al grupo de Maite y compañía en otra trama que acabó siendo descartada.
Su caso es especialmente llamativo si tenemos en cuenta que también tenía previsto matarla al final de Orígenes II, en la explosión que acabó con la secta de Santa Mónica. Sin embargo, es un personaje confirmado para Orígenes III.
¿Por qué sigue entre nosotros? Por pura curiosidad. Cuando cambié la trama en la que se suponía que tenía que morir, se me ocurrió probar qué pasaría si también le daba un giro al personaje. Hasta que tuvo su capítulo propio, sólo la conocíamos a través de los ojos de tres personajes distintos ("Charli", Aitor y Maite), y se me ocurrió probar cómo quedaría si de repente se descubriera que en realidad era una mujer sin escrúpulo alguno, más que dispuesta a matar a quien fuera para seguir con vida ella... y me gustó. Me gustó tanto que no sólo repitió en Orígenes II, sino que ocupará la mitad de los capítulos que Orígenes III tendrá.

-Dani: ¿Consternados al enteraros de esto? Normal. Dani es uno de los personajes más queridos de la saga, protagonista en tres de las novelas y uno de los pilares fundamentales de Crónicas Zombi... además de ser sólo un niño de diez años. En su caso, a diferencia de los demás, no fue tanto que quisiera matarle desde un principio como que, cuando se me ocurrió que podría matarle en un momento determinado, fue una idea que tuve que meditar muy profúndamente. ¿Qué momento fue ese? En Tierra de muertos, cuando recibe en disparo de un francotirador por retrasarse al intentar ayudar a su hermana Sandra. El capítulo termina de forma abrupta tras ese suceso, que bien podría haber sido el final para siempre de Dani de haber hecho el disparo más mortal de lo que fue.
¿Por qué se salvó? Una idea repentina no siempre es una buena idea, sobre todo cuando ya tienes planes con respecto a un personaje con derivaciones en otros que se verían seriamente truncadas. Aunque habría sido un buen golpe de efecto, matar a Dani habría cambiado el final del libro, y ya tenía previstas cosas para él en la siguiente novela, de modo que descarté la idea.

Cambiemos de tercio ahora. Hablemos de esos personajes que sufrieron justamente el efecto contrario, es decir, que si bien estaba pensado que duraran más, al final sucumbieron a las garras de la muerte por diversas causa.

-Érica: Su muerte sucedió en el capítulo nueve de Orígenes, a manos de Irene. ¿Por qué sobrevivir a un tiroteo y a graves heridas para acabar sucumbiendo ante tan despreciable personaje? Porque Érica debía vivir, al menos hasta Orígenes II. Es normal teniendo en cuenta que originalmente Irene no tenía que ser la asesina sanguinaria que es, y cuando decidió que lo fuera, alguien tenía que morir para demostrarlo.
¿Por qué Érica tuvo que dejarnos? La mayoría de los demás tenían papeles que cumplir en Orígenes II y no podía matarlos ya sin trastocar toda la trama, además, era natural que en su primer asesinato con un enfrentamiento cara a cara Irene se las viera con alguien que, por sus heridas y su actitud agresiva pero descuidada, fuera una víctima fácil.

-Esther: La teniente medico que cuenta con un capítulo propio en Tierra de muertos no tendría por qué haber muerto de la forma en que lo hizo cuando sólo era un concepto vagando por mi mente perversa. Una persona capaz de vérselas tanto con un zombi como con una herida de gravedad habría sido un activo más que bien recibido en el grupo, y su necesidad de redención por los actos cometidos en el pasado podría haber proporcionado una trama interesante.
¿Por qué murió entonces? Por Sergio... no, no me refiero a que fuera a manos de Sergio, sino por su causa. Necesitaba un punto de inflexión, un acto definitivo que marcara el cambio que el soldado estaba sufriendo a raíz de la pérdida de Abril, y no tenía muchas más opciones. Matar a alguien de su propio grupo me parecía demasiado fuerte e imperdonable, matar a alguno de los huérfanos o del grupo de la iglesia tenía el problema de que ambos habían sufrido ya bajas recientemente, y no se merecían más sufrimiento... así que sólo quedó ella, que además había sido su novia en el pasado, lo que le daba un toque extra de dramatismo. Después de los terribles actos cometidos por Esther, nadie se iba a preocupar mucho de su muerte, lo que dejaba al personaje mucho más "limpio" de cara al resto del grupo que si hubiera sacrificado a cualquier otro a los zombis.

-Santa Mónica: Sí, nada menos que la villana de Orígenes II y posiblemente la que ha causado de forma directa más bajas de personajes conocidos en un libro de Crónicas Zombis. El plan original había sido que, una vez desenmascarada como una farsante sin ninguna capacidad útil, y arrepentida por todo lo que hizo, por pura compasión la aceptasen en el grupo de Orígenes.
¿Por qué eso no pasó nunca? En mi cabeza sonaba interesante que un villano se redimiera hasta el punto de formar parte activa del grupo... pero los hechos una vez reflejados en el papel eran innegables: tenía demasiada sangre en las manos como para eso. Habría sido forzar mucho las cosas el haberla redimido después de aniquilar a casi todo el grupo de Orígenes y arrasar con los militares de la base militar y los civiles que no la siguieron, así que tuvo que morir.

EXTRA: Como añadido, para hacer aún más larga esta biblia, ¿qué os parece si nos paramos un momento a ver qué personajes, a diferencia de las dos listas anteriores, cumplieron exactamente con su destino? Cabe añadir que todos los personajes vivos o muertos que no salen en estas listas están cumpliendo su papel, pero los casos siguientes son especiales porque éste fue determinado incluso antes de comenzar a escribir el primer libro de Cronicas Zombi. ¿Vemos quienes son?

-Abril: Abril tenía que morir... era algo que iba a pasar sí o sí y que tenía muy claro en cuanto desarrollé el personaje. Tierra de muertos tenía que suponer un cambio radical para Sergio, y su muerte era la que tenía que provocarlo, así que su destino estaba y sellado sin posibilidad de cambio desde el principio.

-Idoia: Antes incluso de que el resto de su familia estuviera desarrollado por completo, ya sabía que Idoia moriría devorada de esa forma tan cruel y gore por los zombis. Su muerte era necesaria para bajar unos ánimos demasiado optimistas, dentro de lo que cabe, tras el reencuentro entre Cris, Carlos y Susi, de modo que había que devolverles a la cruel realidad de una forma sanguinaria.

-Iván: Nunca es fácil matar a un niño inocente, pero la muerte de Iván era necesaria para dirigir la caída en la locura de su padre, que se convertiría en el principal obstáculo del grupo en No hay lugar seguro y demostraría que los problemas no están sólo en el exterior. La pérdida de la cordura por parte de Diego era una trama prevista desde el primer libro, y la muerte de su hijo el catalizador que la desencadenaría.

-Laura: Tal vez el caso más llamativo, porque estamos hablando de un personaje que es uno de los protagonistas en dos de las novelas y cuya muerte llega cuando nadie la esperaba a manos de un hombre en el que presuntamente se podía confiar. Lo cierto es que esa muerte estaba prevista desde la misma concepción del personaje. Susi tenía que acabar a cargo de Cris, era vital argumentalmente, y eso sólo podía pasar con la muerte de su madre biológica. Descanse en paz.

-Sandra: Otro caso sangrante. Sandra, aunque sólo ha sido un personaje protagonista en Tierra de muertos, se podía decir que era la secundaria más importante de las novelas, a la que conocíamos desde el principio de El lamento de los vivos. Su muerte, tanto en el momento como en la forma de hacerlo, estaba previsto también desde el primer momento.
He de añadir que, junto con la de Laura, ha sido la más difícil de escribir para mí... hasta el punto de haber dudado en algún momento del proceso si debía rectificar y salvarla.