Hace casi tres años que comenzó la aventura de Crónicas zombi, y desde entonces hemos tenido 5 libros, cerca de 2000 páginas de historia y más de 200 valoraciones en Amazon (el 70% de ellas de 5 estrellas), pero, a raiz de esto último, ¿qué opina el autor, o sea, yo, de sus libros de Crónica zombi? ¿Cuál es mi favorito? ¿Qué habría cambiado, ahora que el tiempo da una perspectiva nueva, de ellos?
Si quieres saberlo, y estas preparado para sufrir SPOILERS sobre los libros correspondientes, ya sabes...
Antes que nada, advertir que no entraré a valorar cosas que los lectores sí tienen en cuenta, como la frescura de la historia (algo reservado a primeras partes únicamente), y me centraré más en el proceso creativo y de escritura. También advertir que aunque ponga "lo bueno" o "lo malo" no es tanto un juicio de valor que pretenda ser objetivo como algo cuyo resultado me gustó o no me gustó.
¿Vamos a ello? Muy bien, pues empecemos por el principio de los tiempos...
EL LAMENTO DE LOS VIVOS: Pecados de novato.
Aunque el público conoció antes que nada algunos capítulos de Preludios y Orígenes I, el primer libro que escribí fue El lamento de los vivos, y por tanto sin duda peca de todo lo que puede pecar un novato. Admito que al principio recibió valoraciones muy superiores a las que merecía en Amazon, valoraciones que me animaron mucho, pero que yo jamás le habría dado al libro de ser un lector. Si el libro se salvó es debido sobre todo a que también era el libro más fácil, el mundo era nuevo y las situaciones también, los personajes estaban dispersos, cada uno en una situación diferente, y por tanto tenía historias diferentes que contar para no aburrir.
¿Lo malo? En primer lugar la presentación de personajes, que al ser cuatro, resultaba que cuando llevabas ya un buen porcentaje de libro leído todavía estaban siendo presentados; luego, que las historias de algunos tardan mucho en arrancar, en especial Carlos, que tarda como 4 capítulos o así en salir de su casa por fin. Fallo mío, quería hacer una historia de zombis extensa y detallada, y me pasé tres pueblos, hasta el punto de que relataba hasta cada vez que iba a mear... error de novato. En segundo lugar, que el grupo no se reuniera hasta el final del libro, dando así la sensación de que eran cuatro historias inconexas durante buena parte del mismo; tiene una justificación basada en el error de novato otra vez: no había escrito nada antes de esto, y por tanto no sabía cuánto me iba a ocupar; El lamento de los vivos se suponía que iba a ocupar hasta el momento en que el grupo tiene que abandonar la casa de la huerta de Murcia, así que imaginaos la extensión que hubiera tenido. Al dejarlo donde lo dejé, faltó un grupo cohesionado en la historia.
¿Lo bueno? El climax final, que ocupa como un tercio del libro, me parece que quedó bastante cuadrado y más o menos bien enlazado, aunque a la conclusión le sobra algún capítulo, quería que todos pudieran decir su palabra final en su propio capítulo y era innecesario alargar más la situación tras el clímax.
PRELUDIOS Y ORÍGENES I: Un mundo más grande.
Preludios jamás pretendió ser un libro propio, solo fueron relatos que escribí y subí al blog para ir atrayendo a lectores de cara a la publicación de El lamento de los vivos, pero al final se hizo su hueco y me permitió relatar la situación del apocalipsis zombi en otros lugares lejos de los personajes principales. A través de 6 personajes vivimos situaciones nuevas, algunas relacionadas con el principio del fin del mundo, que me animaron a escribir más porque les veía potencial para ampliar y mejorar el universo de Crónicas zombi. No tengo mucho que alabar o criticar de esta parte, me gustó cómo quedaron capítulos como los de Marc Ford en Guantánamo, o la autopsia de Lynnete Boucher, me gustaría que hubieran quedado mejor otros como el de Nestor, o haber dejado un final más cerrado para el dr. Stevenson.
Orígenes... orígenes cumplía una doble función; en primer lugar las ganas que tenía de volver a escribir una historia larga, no capítulos sueltos como en Preludiosm cuando aún quedaba mucho para que No hay lugar seguro estuviera en mi agenda. La segunda, y que sirvió de excusa para la primera, era que, como bien sabéis, la historia de Crónicas zombi estaba ya bastante pensada cuando comencé ae escribirla, y en el último libro el grupo se encontraba con otro grupo para cosas que ya vereis en Nuestro peor enemigo... Orígenes pretendía ser una especie de precuela que contara la historia de la gente de ese grupo. Al final, lo que pretendían ser 10 capítulos acabaron siendo 40, y una historieta corta sobre personajes secundarios se convirtió en tres novelas con nuevos protagonistas.
¿Lo bueno? Algunos pecadillos de novato de El lamento de los vivos se corrigieron aquí al ser la extensión más corta, y aparecieron personajes inolvidables como Maite, Aitor o Irene para enriquecer la historia. ¿Quién recuerda todavía que Maite solo era una mujer asustada dependiende gente más capaz del grupo cuando todo empezó?
¿Lo malo? Poco malo tengo que decir de Orígenes, quedé bastante satisfecho con el resultado, aunque curiosamente la mayoría de la gente prefería Preludios o El lamento de los vivos por encima de esta historia. Supongo que los amantes de relatos cortos eligieron Preludios, y los amantes de historias largas tenían una mucho más larga en El lamento..., de modo que Orígenes se quedó un poco en tierra de nadie.
NO HAY LUGAR SEGURO: Un libro más grande.
Animado por la gran recepción que tuvo El lamento de los vivos y los relatos del blog, me puse manos a la obra con la segunda parte de la historia, que ya con algunos lectores fieles detrás me esforcé en que fuera más profesiona y no cometer los mismos errores... y en efecto, cometí nuevos. El gran fallo de No hay lugar seguro es su extensión, quería que todos los personajes tuvieran más o menos el mismo número de capítulos, y si os fijais en el índice, durante buena parte de la historia los capítulos se van sucediendo siempre en el mismo orden, como si cada personaje tuviera su turno de ser POV. La consecuencia de esto fue que había muchas situaciones alargadas en exceso, sobre todo una vez en la Azohía con los que no llevaban a cabo viajes al exterior. Este efecto es muy curioso, porque una de las cosas que alargó de más El lamento de los vivos fue que, al ser 4 historias distintas, cuando llevas 3 capítulos de cada una más o menos, resulta que el libro ya ocupa 12, y si esa historia individual ocupa 6 o 7 capítulos, algo nada descabellado al tener en cuenta que se trata de toda la trama de un libro, terminas con 24-28 capítulos. Pero en No hay lugar seguro tenemos ya un grupo unido, cada capítulo POV hace que todos avancen algo... y aun así es el libro más extenso de todos.
¿Lo bueno? Pese a estar alargada la historia central, creo que la historia cierra bastante bien, y deja la historia en un lugar intersante de cara a Tierra de muertos, con nuevas relaciones establecidas entre los personajes. El personaje de Cris encajó bien en la historia, y los lectores parece que se encariñaron con él pese a tener una larga ausencia en la parte central cuando apenas habían acabado de concerlo. Su casi romance con Sergio debió ayudar en eso, ya que por entonces era el personaje favorito indiscutible de los lectores.
¿Lo malo? Además de estar muy estirado en algunos capítulos, me hubiera gustado afinar un poco más en lo que respecta al personaje de Laura. Todavía era un escritor bastante novato y carecía de recursos, y a más de uno la situación le chirrió un poco... mea culpa, y me sabe mal porque Laura era el primer personaje POV con más de uno o dos capítulos que moría, y me hubiera gustado que esta muerte fuera mucho más redonda.
PRELUDIOS Y ORÍGENES II: El libro obligado.
La gente quería más preludios, era un clamor popular al que tenía que responder... y por supuesto, la historia de Orígenes tenía que seguir; sus protagonistas debían llegar a formar una comunidad propia de cara al final de la saga. A estas alturas, sin embargo, estaba más enamorado del grupo de Orígenes que de los Preludios, que más allá de ser relatos sueltos, no llevaban a nada más, y creo que eso se notó un poco. Todavía tenía historias que contar, había personajes a los que dar un final y algunas ideas nuevas para relatos cortos... pero ya no tantas. Las buenas ideas las reservaba para las dos sagas que tenía encima ya: las novelas principales y Orígenes, de modo que para Preludios tenía poco con qué trabajar, hasta el punto de que el primer capítulo de Preludios II podría haber sido un segundo epílogo para El lamento de los vivos, y por eso jamás hubo un Preludios III. Aun así, quedé muy satisfecho con la historia de Frank Appplewhite, así como la de Victor Pavlov y en cierto modo también la de Sofía Walker.
En cuanto a Orígenes II, admito que tuve miedo cuando lo escribí porque no sabía si esa subtrama mágico-religiosa sería bien aceptada por los lectores, que lo que querían eran historias de supervivencia zombi. Algunos podían temer que todo fuera real, y algún rollo divino hubiera intervenido en la historia, dándole una explicación que no siempre resulta muy satifactoria. No obstante, con el paso del tiempo creo que esta parte ha ido ganando muchos puntos. El misterio mágico se resolvió al estilo Sherlockholmiano sin que ninguna intervención sobrenatural alterara el mundo, y sirvió para ir fijando los roles del grupo de cara al futuro.
¿Lo bueno? Creo que Orígenes II supone una reivindicación de Maite como personaje, y también el verdadero principio de la villanía de Irene, aunque su futuro quedaba en entredicho tras el final de la historia. Me gusta cómo acabó, y cómo apuntaba de cara al futuro.
¿Lo malo? Orígenes II fue una masacre de personajes. Sabía que Raquel y Aitor iban a morir de esa manera, pero me dio la sensación de que había ocurrido demasiado pronto, que ambos personajes podrían haber dado mucho más. Unido a eso, con las muertes de Sergei, Katya y Andrei, Toni y Sebas, al final resultó ser una masacre de personajes que podría haberse cargado la historia. De todos los que fueron, de repente teníamos solo a Judit, Maite, Luís y Clara, junto con unos recién llegados que no tuvieron tiempo para ser conocidos en profundidad suficiente como para tener más peso, y eso podía pagarlo caro en Orígenes III.
TIERRA DE MUERTOS: historia corta tras historia larga.
Las terceras partes no suelen ser buenas, pero eso no era aplicable a Crónica zombi cuando, tras cuatro libros publicados, ya iba teniendo cierta experiencia en esto de la escritura, y mucha más confianza que con los otros. Tierra de muertos es uno de los libros de los que estoy más satisfecho en cuanto al planteamiento y resolución de la historia. Creo que soluciona el detallismo y la tardanza en entrar en materia de de El lamento..., y también el estiramiento de No hay lugar... para darnos una obra más redonda en ese sentido.
¿Lo bueno? No solo la historia da la impresión de ser más redonda en los aspectos señalados, sino que por fin el grupo es un grupo de supervivientes del apocalipsis zombi al uso... ya pasó la fase de lamentarse por lo perdido y sorprenderse por el negro futuro que queda por delante, es hora de plantarle carar a ese futuro, y personajes que no parecían muy aptos en otros libros han demostrado por qué siguen vivos mientras otros han muerto. Los personajes ya son lo que se espera de ellos, justo a tiempo para encarar el final de la saga.
¿Lo malo? Puede dar la sensacion de que esta historia es más un capítulo suelto a una historia propia, ya que no cambia todo lo que me hubiera gustado a los personajes y sus motivaciones. Como en un capítulo de una sitcom, al final todo queda igual que al principio... con bajas, incorporaciones y algunos objetivos cambiados, sí, pero no se ha avanzado demasiado, o al menos no tanto como en las otras dos novelas.
ORÍGENES III: David venció a Goliat.
Orígenes III partía con muchas dificultades. Aunque Orígenes II había llevado a la mente de los lectores la presencia de este grupo secundario, todavía tenía que reivindicarse de cara a la importancia que tendría en la fase final de la historia. Otro problema era que partía con personajes casi desconocidos tras la matanza que supuso el final de Orígenes II; Gonzalo, Ramón, Eduardo, Diana... eran recién llegados que de repente formaban parte del grupo junto con los conocidos desde el primer momento, y tenían que hacerse su hueco. El tercer problema era la intención de formar una comunidad más grande, lo que implicaba conocer a todavía más gente nueva, gente que en buena parte nos acompañaría hasta el final y que, por tanto, tenían que ser presentados y conocidos en condiciones, al tiempo que se presentaba y cerraba una trama... y para ello solo tenía 10 capítulos, porque los otros 10 los ocupaba Irene, el cuarto problema: ¿quién le dedica medio libro a la mala de la historia? Al igual que el misterio mágico-religioso estuvo presente en la segunda parte, en esta el misterio eran esos zombis-listos llamados espectros, ¿aceptarían los lectores otra triquiñuela o me mandarían al carajo?
¿Lo bueno? Creo que los 4 problemas fueron solucionados de forma solvente. El grupo de orígenes se volvió parte imprescindible de la historia, los personajes que venían de la seguna parte calaron enseguida, los nuevos tuvieron sus momentos pero no agotaron e Irene se convirtió en uno de los personajes más amado/odiado de Crónicas zombi. La trama de los espectros se resolvió sin que empañara otras, y sin que ésta se viera empañada... ¿qué más podía pedir?
¿Lo malo? Curiosamente Orígenes fue concebido como un método de mostrar cómo se formó la comunidad con la que los protagonistas de las novelas principales se encontrarían... y hemos visto de todo menos eso en concreto. A dos meses de distancia entre ambas historia, Orígenes termina sin que veamos cómo sus personajes se asientan definitivamente en un pueblecido de las montañas, lejos de zombis y hostilidades. Cuando terminé de escribir Orígenes III me dio la sensacion de que hacía falta un capítuo más en cada lado (el grupo e Irene) para redondear el final, pero al final preferí dejarlo un poco más abierto de cara a la grand finale, y espero no haberme equivocado.
Alejandro, demasiado duro contigo mismo, especialmente con "El Lamento...". Este fue el primer libro tuyo que lei (lo descubrí por casualidad en Amazón) y tengo que decir que, simplemente, me encantó. Después de este, he leído todas las Crónicas y muchos más de temática zombi y tengo que decir que tus inicios no tienen nada que envidiar a otros escritores considerados "mas consagrados". Por otro lado, tengo que decir que el dia que se acabe Crónicas será como despedirse de un amigo que ha estado ahí los últimos años y sabes que no volverá. Es un sentimiento contradictorio: por un lado estoy deseando que publiques este último libro de la saga y por otro me va a dar muchisima pena cuando se acabe. En todo caso, Alejandro, una gran saga!. Slds
ResponderEliminarBueno, un sabio dijo que uno tenía que ser su peor crítico. No digo que me pareca que El Lamento... está mal, simplemente que, de haberlo escrito hoy, con más experiencia a mis espaldas, habría sido diferente en muchos aspectos. Desde que se publicó ha pasado por al menos dos revisiones, pero a estas alturas estas sólo pueden cambiar detalles superficiales, como la ortografía y el estilo, no quitar trama de un lado y meter por otra.
EliminarQuién sabe, igual de haber sabido cuánto iba a ocupar en realidad lo que pretendía contar Crónicas Zombi habría sido solamente la trilogía que tenía pensada en un principio, y no la heptalogía en que se ha convertido.